La mediación en temas sucesorio

Uno de los temas de mayor confrontación entre familiares es el sucesorio. Los problemas sucesorios puede tornarse en casos complicados de muchos años, de mucho desgaste de la relación familiar, imposibles de solucionar y de dividir la herencia. Mientras más pasa el tiempo, más difícil se vuelve el conflicto.

Sin embargo, la Mediación en esta clase de procesos es un mecanismo muy útil, ya que procura un avenimiento entre las partes, con la participación de un tercero imparcial, que es el mediador, que no representa a ninguna de las partes. El único papel del mediador es facilitar la comunicación entre los interesados, guiándoles en el problema y en la búsqueda de diferentes alternativas que les conduzca a un acuerdo para solucionar los conflictos que hacen que la división de la herencia sea casi imposible.

Es importante aclarar, que el mediador es un facilitador en la comunicación, una buena guía para buscar y encontrar soluciones y acuerdos que deberán adoptar directamente los interesados. El mediador no tiene capacidad de decisión. El mediador no resuelve ninguna controversia, es simplemente una guía en la búsqueda de acuerdos. Si finalmente a los participantes no les interesa llegar a una solución, el procedimiento termina ahí, y se levanta un acta de imposibilidad de acuerdo.

Caso contrario, el mediador ayuda a las partes en conflicto a encontrar una solución razonable, equitativa y pacífica entre todos los herederos.